Durante este periodo de confinamiento, muchos de nosotros hemos descubierto o retomado algunos de nuestro hobbies. Uno de los míos es la repostería. Como en casa, mi pareja no puede tomar gluten y yo no puedo tomar lactosa, pues estoy acostumbrada a cocinar con esos condicionantes, pero, eso no significa, renunciar a un sabor delicioso.
Para esta receta, necesitareis:
¿Cómo se hace?
1.- Mezclamos los huevos en un bol y le añadimos el yogur.
Precalentamos el horno a 180ºC.
2.- Utilizamos ya ese tarro para añadir el azúcar. Removiendo bien, añadimos el aceite y la harina, también usando el tarro como medida de medición.
3.- Cuando la masa esté homogénea, añadimos la levadura y removemos hasta que no haya grumos.
4.- Por último añadimos nuestros aderezos, al gusto: chocolate, arándanos, platano, etc… y removemos ( no demasiado para que no rompan).
5.- Vertemos la masa en nuestros moldes de magdalenas; yo tengo unos tipo muffins, que son más grandes de lo convencional y uso esos. Me gustan mucho porque son de silicona por lo que los meto en el lavaplatos y los reutilizo, desde hace años.
6.- Con los moldes ya preparados para hornear, podemos añadir un topping, como coco rallado o pepitas de choco negro encima de cada magdalena.
7.- Horneamos durante 30-35 minutos a 180ºC, o hasta que veamos que la punta de un cuchillo sale limpia al pinchar en el centro del bizcocho.
Dejar enfriar y a disfrutar!
IDEA: podéis hacer mezcla de harinas. Muchas veces yo echo cada uno de los 3 vasitos de una harina diferente; generalmente sarraceno, algarroba y arroz. Esta semana los he hecho con doble de algarroba, es decir, dos vasitos de algarroba y uno de sarraceno.
Aquí la prueba:
EL ANTES
EL DESPUÉS