Lo prometido es deuda y hoy toca hablar de la lavanda y su multitud de usos y propiedades.
Con color lila/malva/violeta, la lavanda es una planta de rápido crecimiento que se usa principalmente para decoración y por sus propiedades relajantes.
No solo tenemos que darle un uso común como poner unas cuantas secas en un jarrón, sino que la multitud de opciones decorativas no tiene fin. Quizás un ramillete encima de una estantería o cuadro puede ser una opción alternativa tan o más molona.
Desgranar varias varillas y guardar la esencia en bolsitas (puedes utilizar trocitos sobrantes de tela que tengas por casa para hacerlas tú mismo) es genial para que tus cajones huelan deliciosos.
Un material que queda genial tanto para atar ramilletes como para rodear una botellitas y meter varias lavandas dentro es el hilo de fibra natural. Hazte con un rollo en cualquier tienda de bricolaje (algunos chinos también lo tienen) y personaliza tus creaciones!
En el mercado venden montones de productos estéticos con lavanda. Mis favoritos: la crema de manos de lavanda de la Occitane y la crema para dormir de Origins.
ACTUALIZACIÓN (abril 2020): he encontrado un artículo muy interesante sobre cómo usar los aceites esenciales y os lo dejo para ojear. Está en inglés pero google traslate lo traduce a castellano de forma efectiva. Si quieres leerlo, pincha aquí.
ACTUALIZACIÓN 2 (abril 2020): durante mi post-parto, este último año, he descubierto que el aceite de lavanda (mejor orgánico) es fantástico para las cicatrices. Yo me dí masajes en la mía de la cesárea, por recomendación médica y el resultado ha sido genial.
Y, para los más apañados, el DIY (hazlo tú mismo) de hoy es el exfoliante de lavanda. ¿Quieres saber cómo hacerlo? Pues pincha aquí.
Muaka